17 junio 2014

UNA GRIETA QUE LES CRUZA LA CARA

No sé de donde vienen, ni cómo. Simplemente los veo aparecer, a veces de a poco, a veces todos juntos. Lo cierto es que están ahí para molestar porque para otra cosa no sirven. Son la escoria del culto, el rencor del apasionado, la bronca del dedicado. Alcanza con que suceda un hecho temporal de una cierta trascendencia para que aparezcan sin que nadie los llame. Son como el que va a un cumpleaños sin que lo inviten.
   Basta con que abran la boca para que todo estalle, para que se entierren en un profundo pozo de odio ajeno. Justificado, encima, por sus propios comentarios falsos en su gran mayoría. Una sonrisa cómplice y odiosa acompaña afirmaciones vulgares, casi redundantes. Y para peor, casi siempre son inocentes o en el peor de los casos inimputables. No se les puede contestar con nada porque no saben, no entienden, no les interesa o las tres al mismo tiempo.
   Son el parásito de todo interés. Toda actividad atrae a no una, ni dos, sino miles de estos seres despreciables. Están por todas partes, como cucarachas, como ratas. Se escabullen entre medio de una conversación apasionada entre amantes de alguna actividad y meten su bocado. Ahí son evidenciados y se ganan el reproche y el desprecio en el ambiente, es notable lo forzado de sus palabras, para quedar bien, para encajar.
   Intentan apropiarse de lo ajeno. Son ocupas de la pasión y el sentimiento con el cual el verdadero fanático desarrolla sus actividades. Por eso generan tanto odio. Seguramente si sus modos fueran distintos, si de entrada, desde el vamos aceptaran su condición de ignorantes y se acercaran poco a poco a las distintas actividades en cuestión no generarían rechazo, muy por el contrario uno estaría feliz de poder iniciar al tercero. Pero no, tienen que aparecer de repente porque son los reyes y las reinas del inoportunismo y para colmo, intentan personificar al fanático con un único y seguro resultado: la vergüenza ajena.
   Esta especie -porque seres humanos no son- aparece en todos los estratos sociales, no discrimina edades y tampoco género, y se diversifica en todo tema existente. Arte, Música, Deporte, Política, lo abarcan todo, generando el mismo rechazo en cada uno de estos ambientes. Generalmente sus frases y dichos comienzan con un “Amo a” o “Me encanta tal”, “Soy fanático de”, resaltando y repitiendo exageradamente su condición de amantes, idolos y fanáticos. Presumen de libros que jamás leyeron, dicen haber ido a recitales que nunca fueron, hablan como periodistas de un deporte que en su vida practicaron. Como toda especie, se le asignó un nombre, y la gente comenzó a llamarlos Caretas, justamente, porque aparentan ser cosas que no son.

16 junio 2014

LOS ARGENTINOS SOMOS ASÍ...

 Faltan tres días para el mundial. Sí, aunque no lo creas, ya pasaron ¿cuánto es trescientos sesenta y cinco por cuatro? Bueno, pasó esa cantidad de días desde la anterior copa del mundo, y un puñado más desde que Dieguito y su equipo invencible perdió cuatro a cero con Alemania y nos volvimos a casa llorando mientras los teutones se nos reían en la cara. Sí, sí, puse “nos” porque también soy argentino, como vos, como Messi... bueno como Messi no, porque no canta el himno. Aparte se fue a jugar allá a España cuando era chiquito y acá nunca sintió la camiseta... si hasta debe haber festejado el guacho cuando Xavi e Iniesta levantaron la copita, hace cuatro años.
Siempre lo mismo nosotros loco, sómos los más grandes del mundo y nos volvemos antes de tiempo. Que Bielsa ¡Bielsa! Había ganado todo, pero todo eh, en las eliminatorias. Baile acá, baile allá, cuatro a Brasil, cinco a Chile, así. Y cuando vamos a los porotos, a lo que importa ¡en primera ronda viejo! ¡nos volvimos en primera ronda! Ayala, Sorín, Verón, Crespo, Batistuta, Aimar, y no podemos ganarle a Suecia ¡a Suecia! Que de fútbol deben saber lo que yo de crochet ¿entendés? y empatamos con esos muertos. Por favor...
Igual ojo eh, que siempre, siempre nos cagan a nosotros ¡Codesal y la puta que te parió! Me acuerdo y quiero llorar viejo, como el Diego ese mundial. O en el 94. ¿Me vas a decir que estaba dopado? Dejate de joder, que se daba se daba... pero mirá si por eso iba a jugar mejor. Aparte ¿efedrina? Para mí fue todo un arreglo de la FIFA porque este petiso, negrito villero, les tocaba el culo ¿vió? Si los otros de traje y corbata con tal de cobrar un mango hacían cualquier cosa y este va y los putea por la cara, bien guapo que es. Entonces los chantas estos van y le hacen saltar el doping. Es así.
Te digo más, en el 98, ¿te acordás? ¿Sensini, Bati, Gallardo, Orteguita? ¡Orteguita! Si, le pega el cabezazo ¿y? ¿me vas a decir que el otro no le dijo nada, el holandesito ese? Lo provocó hermano, lo provocó. Siempre nos cagan a nosotros. Mirá hace poquito nomás, en 2006. ¡Ocho años ya! Los alemanes tenían un cagazo que ni te cuento. Y para colmo Ayala los vacunó de cabeza, que era su fuerte. Entoncesestos van ¡y lesionan a nuestro arquero! Que encima el Pato era una fiera descolgando centros, de cabeza no le ganaban nunca. Ahí tenés, estos tramposos van y lo lesionan. Ahí al toque empatan y después lo perdemos en los penales. Ah, encima eso ¡un machete! ¡el desgraciado de Lehmann tenía un machete!. Siempre nos cagan a nosotros... y después hablan, del '78 y los milicos, el 6 a 0, La mano de Dios en el '86, el bidón de Branco... son pequeñeces al lado de lo que nos cagan a nosotros.
Pero pará pibe, después sigo, para que la agarró Lio... si nene sí, mirá, gambeta, ahí está, uy dos en el camino, tres, para acá, para allá, ¡HACELO PIBE! ¡GOL! ¡GOOOOOOOOOOOOL! ¡VAMOS ARGENTINA CARAJO! ¡VAMOS A SALIR CAMPEÓNES! ¡A LOS BRAZUCAS LES HACEMOS OCHO! ¡GOOOOOOOL!.