20 marzo 2015

RUIDOS

Silencio.
Volvió a perder Gimnasia, una gota que colmó el vaso de mi pésimo día.
Silencio.
Afuera, la noche llegó junto con el viento que sopla animado anunciando que mañana oficialmente es otoño.
Silencio.
El día se llevó mi alegría y la noche me deja la pena como humilde compañía.
Silencio.
Es viernes, pero todavía no lo sospechan las calles que se van a enterar entrada la madrugada con los primeros alcoholes.
Silencio.
El silencio inevitablemente hace ruido en mi cabeza que no para de pensar los motivos de las penas.
Silencio interrumpido.
Atahualpa en su guitarra desde la web que no conoció ejecuta unas melodías tristes que hacen blanco en mis sentimientos.
Música.
Se lava el alma con gotas gordas que reflejan mi desdicha, Atahualpa desde la web me compadece y sigue tocando sólo para mí con su guitarra.
Música.
La lunita tucumana hoy no apareció en La Plata. Pero aparece en mi cabeza con la guitarra de Atahualpa y la voz de mi abuela.
Música.
El recuerdo de Marta acurrucándome con la Lunita Tucumana me hace tener de nuevo cuatro años.
Silencio.
Es ella, acurrucándome para que no esté solo con estas penas. Se presenta como lágrimas, pero es ella.
Silencio.
En uno de los departamentos cercanos discute una pareja. Ella llora, él habla con voz de culpa. Al final, siempre hay alguien que está peor que uno.
Silencio.


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